Todos
somos títeres y las que manejan nuestros hilos son nuestras propias mentes.
Despierto entre miles de juguetes rotos, llenos de polvo, desvalijados por el paso de los años. Alzo mi mano en busca de algún lugar donde sujetarme y no tropezar.
Manos, pies, disfraces rotos y marionetas sin
cuerdas analizan mis movimientos desesperados. No reaccionan. No hablan.
Aceptan lo que son.
Levanto la tapa, por fin, después de tanto
tiempo, soy elegida…
Os preguntareis, ¿Quién soy? Pues bien, la
respuesta es un poco complicada ya que ni yo misma sabría contestarla.
Soy una guerrera, pero a la vez una bailarina.
Soy imaginación. Soy objeto de creatividad. Pero al final, nunca soy yo misma.
Mis propietarios son lo suficientemente
creativos para convertirme en una obra maestra, una historia realista cuyas
aventuras nunca pasan inadvertidas.
Si, ya se lo que pensáis, un títere no puede
cansarse, pero, ¿acaso no puedo decidir quién soy yo?
Por una vez en mi vida me gustaría sentirme
única, ser irreemplazable y por primera vez, sentirme un poco más viva. Si, sé
que es imposible, una muñeca como yo eligiendo su propio destino, es absurdo…
Rompo todo lo que me une a mi pasado. Sé que no
será fácil pero lo intentare. Sé que podre.
Alzo la vista hacia mi libertad. Esta vez no
tengo miedo. Echo a correr sin mirar atrás.
Entonces, recuerdo quien soy.
Soy un títere en un mundo de hilos. Un títere que
consigue reencontrarse con su libertad.
Ilustración por Javi Gamez
¡Hola!
ResponderEliminarQué precioso es el texto, al que le hace merecido la ilustración <3
Un abrazo
Gracias :)
EliminarLa ilustración es una pasada.
¡Hola David!
ResponderEliminarJo, me ha encantado el texto, de verdad, me ha transmitido muchísimo.
Un besote
Muchísimas gracias :)
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